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Cinematografía
CINE Y SOCIEDAD
El cine como "arte"
Fuente: Recursos educativos del Mº de Educación de España (Licencia Creative Commons)
os pioneros de la industria y la creación
cinematográfica jamás pensaron a finales del siglo XIX que lo que ellos hacían
podía llegar a ser considerado un arte. La verdad es que la envergadura de lo
que se hacía en el mundo del cine muy pronto comenzó a ofrecer obras que, sin
ningún tipo de dudas, iban más allá de lo que generalmente se podía considerar
como producto de consumo.
Es el teórico italiano, Riccioto Canudo, una persona que se mueve en el mundo del periodismo y la literatura, el que reconoce en unos de sus textos de 1911 que el cine debe ser considerado como "Séptimo arte". Este rasgo amplía notablemente la perspectiva de acercamiento a las películas que se producen en todo el mundo. Ya no se trata sólo de productos para un consumo masivo, sino que el espectador debe asumir que además de pasar un rato agradable y de mero entretenimiento en la sala de cine, también se va a encontrar con otras obras que merecen una contemplación más apasionada que, por su interés y calidad artística, va a derivar, inevitablemente, en una reflexión sobre lo contemplado.
…en el debate artístico se contemplan dos posturas muchas veces enfrentadas? Aunque toda generalización es errónea, se podría decir que por un lado está la que defiende en el cine estadounidense —marcadamente industrial- algunas líneas alternativas que se asientan en corrientes y movimientos contra lo establecido; y, por otro, la apuesta del cine europeo —considerado eminentemente cultural- que se sostiene sobre un modelo financiero que le capacita para deambular por territorios más comprometidos estéticamente, creyendo firmemente en la dimensión artística. Ante una y otra postura se encuentra el espectador, objetivo prioritario para los estadounidenses y secundario para los europeos.
Desde que Louis Delluc -escritor, periodista, crítico y director francés- impulsa los primeros encuentros cinematográficos en espacios que denomina "cine-clubs", se abre una nueva vía de contemplación para lo que está haciendo la industria y que tiene que ver con aquellos que piensan en el cine como vehículo cultural. Las primeras revistas de análisis, las reflexiones en torno al mundo del cine van un poco más allá de los textos históricos y atienden especialmente a los contenidos visuales, el lenguaje y las aportaciones artísticas implícitas en la narración que se contempla.
El valor que tienen las películas alcanza una mayor dimensión cuando a partir de 1920 en Europa se viven las vanguardias con mayor apasionamiento y se producen algunas de los títulos más emblemáticos del cine expresionista, por mencionar sólo dos caminos. Todos los escritores que continuaron la línea de Delluc, entre otros, van consolidando un terreno que se ramificará con los años en posturas tan diversas que permitirán abordar el cine, sus películas, desde planteamientos que darán visiones enriquecedoras y sorprendentes.Son numerosas las películas que entran en la denominación de "obra artística". A lo largo de la Historia han sido numerosas las listas con las consideradas "mejores películas". Cabe decir que entre otros mucho títulos se encuentran obras como El acorazado Potemkin (Bronenosez Potemkin, 1925), de Sergei M. Eisenstein, Ciudadano Kane (Citizen Kane, 1941), de Orson Welles, Centauros del desierto (The searchers, 1956), de John Ford, 2001: una odisea del espacio (2001: a space odyssey, 1968), de Stanley Kubrick, El padrino (The godfather, 1974), de Francis Ford Coppola, y Fanny y Alexander (1982), de Ingmar Bergman.
El acorazado Potenkim (1925), de Sergei M. Eisentein.
Centauros del desierto
(1956), de John Ford.
El padrino (1974), de Francis Ford Coppola.
Fuente fotografías:
© Historia Universal del Cine. Madrid. Fascículos Planeta. 1982. Varios tomos.